domingo, 18 de noviembre de 2012

Máquina de coser antigua



Cuando era pequeña, todos los vestidos de mis muñecas fueron confeccionados por la misma máquina de coser que manejaba yo, de una manera quizás, poco ortodoxa. Hay que decir que sabía lo principal, enhebrar, hacer la canilla…, vamos, lo suficiente para poder coser esos vestidos.

Mi abuela me prometió que yo heredaría aquella máquina. Pero los años pasan, dejas de hacer vestidos de muñecas y la máquina se queda en el desván en el olvido. Hasta ahora. Lamentablemente mi abuela ya no está, pero después de una restauración en condiciones, esa máquina está ahora en mi casa de Madrid, y empiezan otra vez las prácticas para hacer, no vestidos de muñecas, sino arreglos de todos los días y veremos, qué más nos depara el futuro.



¿A que es preciosa?

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